Marruecos on the rocks.
Descanso en el hotel de Erfoud.
Escrito por Javier (Navegante), fechado el 13 de octubre de 2017.
Hace rato una clara mañana de otoño en el desierto nos dio la bienvenida, era una mañana cálida, una agradable brisa merodeaba por los rincones, mientras la actividad frenética de los "riders" marca el inicio de una nueva jornada, no veo aún a Javier, pero no tardará en venir. Poco a poco las monturas y jinetes o amazonas abandonan el recinto amurallado del hotel, quedamos dos motos, la adventur de Alberto y yo.
A media mañana aparece Javier, se acerca y con una expresión seria, me dice:
- Hoy no nos han permitido salir a Alberto y a mi, mañana hay un duro día de muchos kilómetros y tenemos que hacerlos juntos, tu y yo, por ello el servicio medico nos deja en "tierra firme". La verdad es que yo había pensado hablar con la organización para decirles lo mismo, estoy un poco mejor, pero me duele mucho, me pongo hielo y parece que mejoro, así que "por desgracia" hoy toca piscina... de agua fría y agua caliente con "jacusi", ¡cuanto sufrimiento!. - Estas ultimas palabras las decía con una media sonrisa, picarona, inteligente, intencionada.
Blanquita, ayer nos dieron el "finisher", fue una emotiva y calurosa reunión de todos. Casi me hecho a llorar como un niño cuando Toni y Borja me hicieron entrega de un trofeo que quizás me merezca por mi ignorancia, pero no por haber terminado todos los días las pruebas que nos han puesto, aunque lo he recibido con el honor de pasar de ser un ignorante en OFF road a ser un principiante, he aprendido tanto que me siento orgulloso de mi mismo, parece mentira que pueda expresar esto... pero si, creo que debo sentirme muy contento, por estar aquí, por hacerlo contigo, por la cantidad de cosas que he aprendido y por los amigos que hemos hecho y por lo más importante, llevaremos un trozo de Marruecos con nosotros, nunca olvidaremos este viaje, las gentes, los sitios, los olores y los sabores.... Todo viajara para siempre en nuestros corazones y en un recoveco de tu memoria electrónica, allá en lo mas profundo de tu procesador, algo quedara también de este viaje. Voy a seguir descansando que mañana será un día largo y triste.
No entendí, porqué seria triste, pero a veces no vale la pena adelantarse a los acontecimientos, me quede con que seria un día largo y entré en un sueño ligero, recordando las palabras que Javier me había dicho, recordando lugares, plazas y calles, hoteles y curvas, cauces, ríos y caminos, cedros y manzanos, palmeras, gargantas y desfiladeros, todo se agolpa en mi memoria.... Siento como la luz del día se apaga lentamente, las figuras de alrededor comienzan a ser sombras y terminan por ser una mancha en la oscuridad de la noche, todas las monturas están ya dentro del recinto, dispuestas a relajar la electrónica y ¿por que no?, a soñar.